Las máquinas interconectadas, robots, computadoras e inteligencia artificial están reclamando el rol protagónico para el cual fueron creadas, y al mismo tiempo demuestran impacto en lo económico. Recientemente personalidades reconocidas en tecnología como Stephen Hawking, Bill Gates, Elon Musk, entre otros, han externado su opinión acerca de estos temas. Es relevante conocer algunos de los antecedentes para comprender mejor la tendencia que llevan dichos sistemas.
En el año 1956 se realizó la conferencia de Dartmouth, y en ella se ubica el nacimiento oficial de la “inteligencia artificial” con ese nombre, por propuesta del científico John McCarthy. Cabe señalar que algunos años antes se empezó a desarrollar esta área, por ejemplo, en 1950 Alan Turing propondría el famoso “Test de Turing” que evaluaba la inteligencia de una máquina contra la de un humano.
En el campo de la robótica, fue desde 1948 que el William Grey desarrolló la Machina speculatrix, unos robots que, basados en circuitos analógicos semejantes a neuronas simples, demostraban que dichas neuronas en conjunto podían generar comportamientos complejos. Cuando tenían la batería baja, estos robots eran capaces de llegar a su estación de recarga gracias a la fototaxia, que es el movimiento que realiza algún organismo para acercarse o alejarse de un estímulo luminoso.
En 1990 Rodney A. Brooks publicaría “Elephants don’t play chess”; este artículo criticaba la inteligencia artificial tradicional y la simplificación del conocimiento a símbolos y estructuras. En vez de esto, argumentaba que para realizar un sistema inteligente debía estar conectado al mundo mediante sensores y actuadores.
La tendencia de los sistemas artificiales inteligentes, comprendiéndola con los ejemplos previamente mencionados, es actualmente más clara que nunca, principalmente en el internet de las cosas. Los sistemas computacionales aparentan no tener límites en su capacidad y procesamiento, como la “nube”.
En el año 2016 se trató el tema de la “Industria 4.0”, la industria interconectada, en el Foro Económico Mundial de Davos. Contar con información de todo el proceso de producción, hasta su distribución, para cada máquina y sensor; todo esto a una escala mundial. La información que se procesa es tal que requerimos algoritmos de “Machine Learning” y el “Big Data”.
En cuanto a la sociedad, los sensores que alimentan a los algoritmos pueden encontrarse, por ejemplo, en nuestros teléfonos móviles, tanto de manera tradicional: GPS, acelerómetros, etc.; como en información: conversaciones de chats, búsquedas que después recomiendan artículos en anuncios dirigidos, redes sociales, etc.
De la integración de los algoritmos de inteligencia, y las máquinas robóticas, están resultando sistemas inteligentes que sin duda nos presentan un futuro muy diferente que cambiará de manera rápida en poco tiempo la convivencia social y el cuidado del medioambiente.
Mtro. Carlos Motta
Jefe de la Carrera de Ingeniería Mecatrónica
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